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SÍNDROME DE ASPERGER

SÍNDROME DE ASPERGER

Estudios demuestran que el Síndrome de Asperger mejora con Neurofeedback.

El Síndrome de Asperger es una condición que fue definida en la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV). Algunos de sus criterios diagnósticos consistían en:

– Problemas en el uso de conductas no verbales para regular la interacción social. 
– Falta de interés en compartir experiencias con otras personas. 
– Patrones de comportamiento repetitivos, restringidos y estereotipados. 
– Rutinas inflexibles y rituales específicos que no son funcionales (entre otros). 


Sin embargo, las personas afectadas tienen conservadas las habilidades del habla y la inteligencia. Las dificultades residen en entender las reglas sociales y empatizar a otras personas.

Actualmente, en la última versión del DSM (la quinta edición), esta enfermedad se incluye dentro de los Trastornos del espectro del autismo.


No obstante, el término de Síndrome de Asperger se sigue utilizando en algunas ocasiones. De hecho, hay autores que defienden que debería mantenerse como una entidad separada del autismo.

Se ha encontrado que en niños con Síndrome de Asperger la actividad electroencefalográfica (EEG) es diferente que la de niños sin trastornos. En concreto, parece que se presentan anormalidades en el funcionamiento de los lóbulos frontales.


Además, se sugiere que existe algún grado de alteración en el proceso de maduración del sistema nervioso central.

A grandes rasgos, los niños con Asperger poseen una desregulación en las ondas delta, theta y alpha, principalmente (Clarke et al., 2016). Al igual que anormalidades en las conexiones eléctricas entre distintas zonas del cerebro. Todo esto, evidentemente, contribuye a los síntomas del síndrome de Asperger.

El entrenamiento con Neurofeedback trabaja con las ondas cerebrales alteradas para conducirlas a un nivel óptimo. Hay diversos estudios que demuestran que esta técnica ofrece importantes mejoras en los síntomas de niños con este trastorno, así como otros pertenecientes al espectro del autismo. Aquí se incluyen un par de ejemplos:

En un estudio realizado con 150 personas con Síndrome de Asperger y 9 con Trastorno del Espectro Autista, se quiso averiguar si el Neurofeedback producía cambios en estos pacientes.
Éstos recibieron de 40 a 60 sesiones de Neurofeedback combinadas con entrenamiento en estrategias metacognitivas, que son importantes para las relaciones sociales. Se obtuvieron mejoras significativas en pruebas que miden los síntomas de Asperger, pruebas de atención y de inteligencia.

En otro estudio, 13 niños con Trastornos del espectro autista recibieron tratamiento con Neurofeedback. Estaba basado en un juego de ordenador en el que se debían mantener interacciones sociales para conseguir el refuerzo. Los resultados que se obtuvieron fueron una mejora en su actividad cerebral, en el reconocimiento de las emociones, y en la imitación. Además, observaron un comportamiento más deseable en el día a día, encontrándose más relajados.


Los autores concluyeron que el entrenamiento con Neurofeedback mejora notablemente aspectos que son necesarios para una adecuada interacción social.

Referencias

Clarke, A. R., Barry, R. J., Indraratna, A., Dupuy, F. E., McCarthy, R., & Selikowitz, M. (2016). EEG activity in children with Asperger’s Syndrome. Clinical Neurophysiology, 127442-451.
Friedrich, E., Sivanathan, A., Lim, T., Suttie, N., Louchart, S., Pillen, S., & Pineda, J. (2015). An Effective Neurofeedback Intervention to Improve Social Interactions in Children with Autism Spectrum Disorder. Journal Of Autism & Developmental Disorders, 45(12), 4084-4100.
Thompson, L., Thompson, M., & Reid, A. (2010). Neurofeedback Outcomes in Clients with Asperger’s Syndrome. Applied Psychophysiology & Biofeedback, 35(1), 63-81.